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Educación Sexual

¿Embarazo adolescente?

¿Embarazo adolescente?

Por: Emma Aracely López Penados

¿Embarazo adolescente? ¿embarazo no planeado? ¿embarazo forzado?

El cuestionamiento sobre cómo nombrarlo está presente en mis días, no creo que sea algo que deba tomarse a la ligera, porque considero, el sentido y sus implicaciones son diferentes.

El embarazo adolescente ha sido el concepto utilizado para identificar el fenómeno de embarazos entre los 10 y 19 años, y que por ejemplo, hasta junio de 2021 se habían reportado 36,238 en el país (OSAR, 2021); pero son quizá los detalles detrás de las cifras aquellos que me hacen cuestionar cómo nombrarlo, y es que el estudio “Me cambió la vida. Uniones, embarazos y vulneración de derechos en adolescentes”  (FLACSO, 2015), demuestra que estos han sido resultado de vulneración de derechos básicos en su desarrollo integral, tales como el derecho a la educación y a la salud, directamente vinculados a la Educación Integral en Sexualidad.

Por otro lado, cuando se habla de embarazo adolescente, rara vez se cuestiona la contraparte en el fenómeno, ¿Quién las embaraza? ¿son también adolescentes? El estudio mencionado, “Me cambió la vida” registró una diferencia etaria de 7 años promedio entre las adolescentes y sus parejas, lo cual me lleva al siguiente estudio “¿CUÁL ES EL PROBLEMA? Masculinidades hegemónicas y su influencia en uniones, matrimonios y embarazos en mujeres adolescentes y jóvenes” (FLACSO, 2017),  el cual evidencia los pilares sobre los cuales se sostiene la masculinidad predominante y cómo esta se traduce en un trastocamiento en la vida de las niñas, adolescentes y jóvenes.

Derivado de estos estudios, también me surge la pregunta ¿hasta dónde esta situación afecta la vida de niñas, adolescentes y mujeres?, y  “Vidas silenciadas. Una tragedia de la que no se habla” (FLACSO, 2019)  da cuenta de ello.

La culpa y cargas morales  en torno al suicidio no han permitido profundizar en los casos que se reportan en Guatemala, pero este estudio explora aquellos que se presentaron en adolescentes entre 13 y 20 años, que estuvieran embarazadas o en el puerperio, y el vínculo entre ambos.

Al conocer los 3 estudios, reafirmo que es necesario cuestionarnos el cómo nombrarlos, porque ante el panorama de restricción de derechos a partir de la escasa presencia del Estado y la vigencia de mandatos de género que construyen relaciones de poder entre hombres y mujeres, se evidencia que las adolescentes no planeaban ni deseaban atravesar esa experiencia en ese momento de sus vidas y que a partir de los embarazos (y en algunos casos uniones o matrimonios) se vieron forzadas a renunciar a proyectos de vida que incluían estudios, trabajos, participación pública, y algunas incluso, renunciaron a sus propias vidas.

Los estudios:

 

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