Algunos se preguntan qué tiene que ver el embarazo adolescente con el desarrollo.
Lo cierto es que no solo es un problema de salud pública, sino que también amplía las brechas sociales y de género, ya que está asociado con altos niveles de mortalidad durante el embarazo, parto y puerperio, y representa la sexta causa de deserción escolar, afectando así, las oportunidades laborales y los niveles de ingresos de las y los adolescentes. Para América Latina esto representa un reto importante, ya que la región se ha convertido en el segundo subcontinente con la tasa de embarazo adolescente más alta.
Guatemala no es la excepción. De hecho, es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con mayor número de embarazos en adolescentes. Según el estudio MILENA desarrollado para Guatemala, los embarazos en adolescentes llevan a la pérdida económica alrededor de 1,627.5 millones de quetzales, por lo tanto, invertir en la prevención de los embarazos en adolescentes muestra el costo/beneficio para la reducción del impacto económico en el país.
Se necesita de prácticas innovadoras en términos de coordinación interinstitucional, para lograr disminuir las estadísticas actuales, dependerá del pleno involucramiento de las comunidades objetivo para atender de forma focalizada y sensible sus realidades.
Desde la sociedad civil guatemalteca, se debe trabajar para promover cambios culturales, actitudinales y conductuales, basados en la difusión y práctica de principios y valores, así como de la educación y formación en derechos sexuales y reproductivos mediante esquemas de contraloría y participación ciudadana.
En Hablemos sin Pajas, buscamos difundir la importancia de la formación en valores y educación sexual integral, además, también se debe mejorar los servicios de salud sexual y reproductiva, a través del fortalecimiento de la participación de jóvenes y adultos, hombres y mujeres para realizar una incidencia informada. Se debe trabajar en la prevención y atención de la violencia familiar, sexual y contra las mujeres, interculturalidad en salud y corresponsabilidad masculina.
La participación ciudadana es un elemento clave en la disminución de las estadísticas presentadas a junio de 2021, se debe incorporar una perspectiva intercultural, de género y de juventudes.
En América Latina, los jóvenes están optando por tener relaciones sexuales cada vez a edades más tempranas. Entre el 57% y el 87% de las mujeres en la región han tenido relaciones antes de los 20 años. El acceso a información adecuada sobre la salud sexual y reproductiva debe ser una prioridad para prevenir el embarazo adolescente. En este sentido, las iniciativas de la sociedad civil, como HABLEMOS SIN PAJAS, pueden jugar un rol en la identificación de los retos actuales, y el empoderamiento ciudadano de los jóvenes y las mujeres.
La verdadera innovación social proviene de involucrar activamente a las poblaciones para transformar las instituciones, las prácticas de las y los tomadores de decisión y las políticas públicas.
¡Hablemos sin pajas! involúcrate, participa y comprométete con el cambio de tu entorno, tu comunidad, tu sociedad, tu país.